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21 de Noviembre de 2007
Señor editor del periódico el Popular.
Con mucho interés leí el articulo sobre la Mesa Redonda de salvadoreños en Toronto escrito por el periodista Oscar Vigil en la edición del Lunes 19 de Noviembre de su periódico.
Encuentro el artículo informativo y escrito con la objetividad que se puede esperar de un periodista con la trayectoria de Oscar Vigil. A pesar de ello, me gustaría hacer algunas aclaraciones ya que soy uno de los manifestantes que se citan en dicho articulo y pienso que en el reporte se omiten las razones por la cuales un grupo de ciudadanos Salvadoreños apoyados por nuestros amigos canadienses irrumpieran el acto inaugural del evento mencionado.
Este acto de desobediencia civil tuvo la intención de desenmascarar al gobierno salvadoreño que pretende pintar la imagen de El Salvador como a un país estable donde existe un crecimiento económico sostenible que facilita las inversiones. Parte del paquete informativo que se distribuyo a los asistentes era un mapa de San Salvador como un destino turístico. Irónicamente los encabezados de la prensa Salvadoreña de ese mismo día pintaban otra realidad, el centro de San Salvador era escenario de una batalla campal entre vendedores ambulantes y la policía que trataba de desalojarlos brutalmente de sus puestos de ventas.
Los salvadoreños estamos cansados de que nuestros gobernantes sigan pretendiendo ocultar la realidad con campañas de relaciones públicas. Estas realidades que aquejan cada día a millones de salvadoreños son cada vez mas graves, las políticas de privatización del patrimonio nacional y la venta de nuestros recursos a compañías nacionales y extranjeras han sido directamente responsables por la falta de oportunidades de trabajo, educación, salud y otros servicios básicos para la sobre vivencia cotidiana. Cada día miles de personas que disfrutan de empleo no alcanzan a pagar el costo de la canasta básica, miles de personas se mueren en el país a causa de enfermedades curables, cientos de miles de niños no pueden asistir la escuela por falta de recursos, un numero igual trabajan vendiendo frutas, dulces y pan en las calles de San Salvador, un promedio 12 y 15 asesinatos se reportan oficialmente a diario, de estos menos de el diez por ciento son resueltos por la policía, así existen muchos otros problemas sociales que azotan a la población sin que el gobierno tome las medidas necesarias para resolver por lo menos un mínimo de vida para los mas necesitados.
Es tan grande la crisis social que se ha desatado en nuestro país que ha causado el éxodo más grande en nuestra historia, según estudios de la Naciones Unidas un promedio de mas de 500 salvadoreños en edad productiva prefieren abandonar a sus familias y arriesgar su vida y seguridad personal al viajar ilegalmente a los Estados Unidos. Una vez en los Estados Unidos nuestros hermanos se exponen a la explotación del empleo ilegal y la persecución racista de los norteamericanos, todo este sacrificio es debido a la falta condiciones para poder vivir con paz y tranquilidad en El Salvador.
Para poder el controlar el descontento social que se manifiesta de muchas maneras en el país, el gobierno ha legislado una Ley Anti-Terrorista que suspende los derechos civiles a todos aquellos que tienen el coraje de manifestarse contra la corrupción y nepotismo del estado. En estos momentos decenas de presos políticos se encuentran indefinidamente en las cárceles del país por defender los derechos de los vendedores ambulantes, por manifestarse en contra de la privatización del al agua, y por defender el medio ambiente de los estragos de la minería.
Pero la crisis institucional y socio-económica que atraviesa le país no se puede ocultar tan fácilmente. Solo falta leer los últimos reportes de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, las proyecciones económicas de el ultimo reporte de la Comisión Económica Para América Latina(CEPAL), reportes de derechos humanos de diferentes organismos internacionales, y aun el reporte de derechos humanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos para darse cuenta que en realidad los salvadoreños no abandonan su país por que la economía desborda sus beneficios a la población, como el gobierno salvadoreño quiere hacernos creer, si no por que el país se hunde en la crisis y la miseria.
Pedro Cabezas
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